La extrema tormenta de Tafalla: "La naturaleza disparó el agua a cañonazos"

Una calle de Tafalla, donde los vecinos comienzan las labores de recuperación tras las lluvias.
Una calle de Tafalla, donde los vecinos comienzan las labores de recuperación tras las lluvias.
EFE / Jesús Diges
Una calle de Tafalla, donde los vecinos comienzan las labores de recuperación tras las lluvias.

Ríos desbordados, calles y campos inundados, carreteras destrozadas y vehículos arrastrados por la corriente constituyen el desolador paisaje dejado en el centro y este de Navarra el pasado lunes por unas lluvias torrenciales sin precedentes, que se han cobrado la vida de un joven de 25 años en Ezprogui. Tafalla, Olite, Pueyo y Tudela son algunas de las localidades más afectadas, en una zona que se encontraba en aviso amarillo por la mañana y que pasó a naranja por la tarde. Las precipitaciones, absolutamente excepcionales en la zona en esta época, multiplicaron por cuatro la media mensual de julio en apenas unas horas.

"En esta zona, el promedio en julio es de 20/30 litros por metro cuadrado. Este lunes, se recogieron cantidades entre tres y cuatro veces la media mensual. Se trata de unas precipitaciones totalmente extraordinarias, asociables a episodios de tormentas muy fuertes, muy intensas, muy persistentes", ha explicado a 20minutos Peio Oria, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunidad Foral.

Concretamente, los observatorios de Lerga y Guetádar recogieron este lunes en tres o cuatro horas más de 160 litros de agua por metro cuadrado, que se unen a otras estaciones con cantidades de precipitación próximas a los 100 y otras muchas en torno a los 50 e incluso 70. Se trata de unas precipitaciones con la mayor intensidad de la que se tiene constancia, ha apuntado Oria, desde que existen registros.

"No hay precedentes de precipitaciones tan cuantisosas, ni siquiera en 24 horas. Nos tenemos que ir al siglo pasado, a septiembre de 1999, en Lerga, con un registro de 118 litros por metro cuadrado, o a octubre de 1987, con 140. Son más propias de finales de verano o principios de otoño", ha matizado el delegado de la Aemet en Navarra.

Estas lluvias "extremas y extraordinarias", que afectaron especialmente a la localidad de Tafalla, provocaron la crecida del río Cidacos, que pasó de tener una altura de 0,11 metros en la estación de Olite a las 17.40h del lunes a superar los 4 metros a última hora de la noche. Los daños causados en distintos municipios de la zona han sido de gran alcance y han afectado a coches, garajes, sótanos, locales comerciales, industrias, zonas deportivas e incluso a la carretera N-121 que une Pamplona con Tudela.

¿Por qué no se decretó el aviso nivel rojo?

Inicialmente, Navarra tenía aviso amarillo por acumulados de 15 litros en una hora. Este nivel de alerta, que no supone riesgo para la población pero sí para alguna actividad específica, fue decretado el sábado anterior, 6 de julio, y se aumentó a naranja el lunes por la tarde, ante el riesgo de precipitaciones de hasta 40 litros por metro cuadrado.

"A las 17.05, vigilando la situación más de cerca con nuestros radares, con imágenes de satélite, decidimos elevar el nivel de aviso a naranja y lo mantuvimos toda la tarde. Seguimos nuestros protocolos de actuación, avisamos a Emergencias, al Gobierno de Navarra a esa hora, una vez emitido el aviso", ha recalcado Oria.

Respecto a la posibilidad de aumentar el nivel de aviso a rojo, el delegado de la Aemet he resaltado que lo valoraron entre las 19.30 y las 20.00 horas, pero que finalmente lo descartaron al comprender que "la situación poco a poco iba a tender a menos y ya no merecía la pena", por lo que mantuvieron la alerta naranja.

¿Era previsible lo ocurrido?

En la actualidad, localizar exactamente el punto donde se van a producir este tipo de precipitaciones extremas excede las capacidades de los modelos y los dispositivos de los que dispone la meteorología, ha señalado Oria: "No hay problema por reconocerlo, se nos escapa aquí y en todos los países del mundo. La clave es hacer el seguimiento, la vigilancia a tiempo real, que es lo que hicimos".

"En este tipo de situaciones, con los patrones atmosféricos que teníamos ayer, la capacidad predictiva es relativamente alta, pero en entornos a una escala provincial (...) Aun con los modelos numéricos más modernos y con la experiencia de los predictores, no se puede predecir la localización exacta ni tampoco la intensidad cuantificada de estas precipitaciones acumuladas", ha ahondado el delegado de la Aemet.

"La naturaleza ha disparado el agua a cañonazos"

El alcalde de Tafalla, Jesús Arrizubieta, se ha mostrado desolado por lo ocurrido y ha asegurado que no tenía "constancia de ningún aviso ni previsión" de que se avecinasen unas lluvias torrenciales que pudieran acarrear un desastre de magnitud semejante al vivido por la localidad navarra.

"La naturaleza ha disparado el agua a cañonazos (...) Me llamaron para decirme que el río estaba a punto de desbordarse, llegué, y, al asomarme, ya nos echábamos para atrás porque estaba desbordado", ha narrado el primer edil, al tiempo que ha recalcado que les habría gustado poder avisar a los vecinos de la zona.

Ahora, el Ayuntamiento ha pedido que la localidad sea declarada zona catastrófica y se están evaluando los daños ocasionados por la avenida del río Cidacos. Asimismo, el Consistorio ha habilitado una oficina para atender a los vecinos afectados por la crecida.

Tudela, Pitillas, Olite y Pueyo, otros grandes damnificados

A pesar de que fue Tafalla la localidad más afectada por las precipitaciones, las tormentas también han causado estragos en Tudela, Pitillas, Pueyo y Olite, donde la crecida del río ha sido la mayor desde que existen registros, al sobrepasar la altura del agua ampliamente los 5 metros. Asimismo, en Ezprogui falleció un vecino de Villava, cuando su vehículo fue arrastrado por la corriente del Cidacos.

En Tudela, la tormenta, con fuerte viento y granizo, provocó también importantes inundaciones en varias zonas y los Bomberos y la Policía Municipal tuvieron que retirar varios árboles caídos.

Por su parte, en Olite y Pitillas, otras localidades seriamente afectadas, se ha restablecido ya el fluido eléctrico a viviendas y empresas y en breve se espera que se pueda solucionar el problema de falta de agua que existe en alguna población.

La presidenta en funciones del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, se ha desplazado este martes a la zona para reunirse con los alcaldes de las localidades más afectadas por las inundaciones y ha subrayado que la seguridad en los trayectos por carretera y en los edificios es la prioridad, al tiempo que ha anunciado la gratuidad del peaje de la AP-15 en Imarcoain mientras dure la reparación de la N-121.

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